Mis gatos: Gurri, que lo fue, y Peluchi, que lo es.

viernes, 19 de agosto de 2011

Camino del Norte: trigésimo-segunda etapa


27/7/11

Vilanova de Lourenzá-Gontán: 24 km. Bueno, eso es lo que dice mi guía. En realidad son 27. Lo dice la gente del lugar.
Las previsiones y temores de ayer se han cumplido con creces. Han sido 17 km de continua subida y, además, por asfalto. Aunque me he sentido fuerte desde el principio y he podido mantener un ritmo sostenido durante 20 km, los últimos 7 han sido un pequeño calvario para mí y me consta que para algún compañero/a también. Se me han hecho francamente largos. De nuevo me acompaña y acompaño a Oliva. Y, al final, las prisas para ir al restaurante ya que el hospitalero nos dijo que cerraban en torno a las 15,30 y eran las cuatro menos cuarto cuando llegamos. De manera que dejé las cosas en la cama del albergue y me dirigí sin más preámbulos al restaurante, que, por suerte, estaba cerca. Los demás compañeros de etapa irían viniendo después y así lo avisamos en el restaurante.
A medida que nos vamos acercando a Santiago y tal como pasó en mi anterior llegada a esta ciudad, cada vez hay más peregrinos en el camino y  ahora mismo, mientras escribo estas líneas, se ha producido una situación tensa entre el hospitalero y un grupo de ciclistas que acaban de llegar y no  han encontrado cama para todos en el albergue por lo que tendrán  que separarse e ir a dormir a un local muy cercano a éste o, simplemente seguir su camino hasta el próximo albergue donde, probablemente, se darán las mismas circunstancias. Son las normas del camino, los ciclistas se habrán de esperar a que haya plazas libres pues los que vamos a pie tenemos preferencia. No hay pues porque enfadarse. El hospitalero no tiene la culpa y sólo hace cumplir las normas.
Bien, aparte de Oliva y Josefina, quien por cierto se ha retrasado hoy respecto de su compañera Oliva, se han cambiado las tornas, y de quienes ya he hablado anteriormente, se ha formado un grupo de peregrinos de lo más variopinto que venimos compartiendo etapas, paradas, risas, agradables charlas… y que está compuesto por las siguientes personas: Sergio y Alvaro, o Alvarito, como le llama cariñosamente Sergio. Ambos son amigos, de Getafe y, claro está, han venido juntos. Luego están dos jovencitas vascas, de Bilbo, muy simpáticas, de escasos 20 años: Irantzu y Jaione, de las que espero haber escrito bien sus nombres, pues a menudo me equivoco al decirlos. Sara y David son dos maestros, de la especialidad de Educación física, aunque ella no ejerce. Son también muy jóvenes y canarios de Tenerife por más señas. Él, buen deportista, tiene mucho ímpetu y hace ir a su novia quizás algo pasada de rosca, lo que probablemente le pasará factura más adelante. También nos  acompaña, desde Ribadeo, “la Rubia”, así es como la llamamos todos, pues ese es el color de su pelo y ahora mismo no recuerdo su nombre. Es profesora de instituto en Donosti y se la ve bien preparada para hacer el Camino, una buena andarina. Eso sí, se me antoja de que le gusta ser el centro de atención de todos. Buen andarín es también Roberto, valenciano él, siempre dispuesto a hacer un favor a quien sea. Por cierto, uno de los dos madrileños, Alvaro, se ha sentido hoy indispuesto durante todo el camino, ha vomitado todo lo que ha ingerido y dice haber perdido buena parte de la energía, si no toda la que le quedaba. Veremos cómo le afecta esto en el futuro. Aunque parece que después de dormir la siesta se siente mejor. Mañana entramos en la comarca de Terra Cha (Tierra Llana) con una etapa fácil a priori, tan solo 20 km, que nos servirá a todos de  relativo descanso.
Aunque dura, la etapa de  hoy ha sido de las más bellas de este camino por lo que se refiere al paisaje. Además, hemos tenido la suerte de que no ha llovido y se han alternado buenos ratos de sol con otros de entre sol y nubes. Ahora mismo, se ha nublado bastante y en el  horizonte negros nubarrones amenazan con lluvia y, cosas del camino, la ropa que he tendido hace un rato aún no se ha secado. No será la primera vez que he de ponerme unos calcetines aún húmedos por no ponerme los usados del día anterior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes dejar tu comentario, si te place.